La formación es una de las principales claves que una empresa debe tener en cuenta a la hora de conseguir incrementar el rendimiento de sus trabajadores, pero para que las acciones cubran las expectativas de la empresa es muy importante detectar las necesidades formativas que requiere la compañía.
Planificar la estrategia a llevar a cabo es muy importante para conseguir el objetivo. Para ello, se puede hacer de dos maneras.La primera, planificar la formación como una táctica integral o bien, hacerlo cuando se detectan las necesidades evidentes en el rendimiento de los trabajadores.
Lo mejor es actuar con tiempo y anticiparse a las necesidades formativas con la finalidad que no afecten a la productividad de los empleados.
¿Cómo detectar las necesidades formativas en la empresa?
En primer lugar, hay que investigar y analizar las competencias que necesiten mejorar los trabajadores, estudiar su nivel. Para esto, observamos a los empleados y recogemos datos; tras esto, los entrevistamos para saber en qué creen ellos que deben formarse y adoptar las medidas oportunas.
Más tarde les pasaremos una serie de preguntas, tipo cuestionario, para obtener información sobre conocimientos, competencias y aptitudes de cada puesto de trabajo.
La empresa debe tener claro en que consiste el puesto de trabajo, analizarlo, conocer las funciones y requisitos que debe tener la persona que ocupa el puesto y, a partir de estas premisas, saber qué hacen de forma incorrecta los trabajadores y que les impide realizarlo bien, para poner las medidas correctoras necesarias proporcionándole conocimientos a través de la formación.
Para terminar, la empresa debe elegir el tipo de formación más conveniente para formar a sus trabajadores, el número de personas que van a realizar el curso, así como el método más idóneo, la duración y modalidad.